
Amigos «paleo-vegetarianos» (sí, esto existe…) ya os informo que este post no es para vosotros.
No hablaré de bayas de goji, ni de rambután o cualquier otro fruto milagroso. Estos 4 super-alimentos son procedentes de animales. Nada de vegetales… Lo siento, los super-alimentos son así…
Con ellos puedes vivir tranquilamente, sin necesidad de nada más, con lo cual si por causas de la vida os encontráis en una isla desierta, tenédlos bien a mano.
Están llenos de nutrientes, y es justamente lo que necesitamos para mantener la máquina sana y en movimiento.
Debo aclarar también que lo que pretendo con este post es aportar una visión amplia y general referente a los alimentos que comunmente están siendo un tanto demonizados por parte de los medios más convencionales –ya sea el boca a boca, el «dicen que…» y los medios de comunicación del día a día–.
No tiene como finalidad ser una pauta a seguir a pies juntillas, ni servir como una explicación definitiva sobre el porqué no son tan malos como lo pintan.
1. Huevos (enteros) – especialmente las yemas.
Consumir colesterol en realidad no hace que se eleven tus niveles de colesterol en sangre.
Es la molécula precursora desde la cual se forman todas nuestras hormonas, y la que ayuda a mantener un equilibrio hormonal saludable.
Según Uffe Ravnskov, médico (licenciadoMD en 1961, por la Universidad de Copenhague) investigador independiente (doctorado en 1973 por la Universidad de Lund) y un especialista en Medicina Interna y Nefrología. El cual tiene, literalmente, publicados un trillón de artículos científicos sobre el colesterol y las enfermedades cardiovasculares y ha sido galardonado varias veces en su vida por su contribución a la investigación médica:
Uno de los hechos más sorprendentes acerca del colesterol es que no existe relación entre el nivel de colesterol en sangre y el grado de aterosclerosis de los vasos sanguíneos. Si el colesterol alto realmente promoviera la aterosclerosis, entonces las personas con colesterol elevado evidentemente deberían de padecer más aterosclerosis que quienes tienen un nivel bajo de colesterol. Pero no es así.
Resumiendo mucho, toda esta campaña anti-colesterol parece ser que se inició sobre el año 1984, cuando en un artículo de una revista archiconocida se especulaba sobre los efectos de las grasas y el colesterol en la salud humana. Todo por el comercio y el dinero, como siempre.
Si queréis sorprenderos leed este artículo (en inglés) de la revista Time Magazine
¿Qué más cosas buenas hay en ellos?
Son ricos en colina, fundamental para la integridad de la membrana celular, y la comunicación neuro-muscular, además de promover la función óptima del hígado.
Rico en vitamina A, hierro, colesterol, riboflavina (vitamina B2), vitamina B12 y selenio. ¡Los huevos son una fuente inagotable de nutrientes!
2. Hígado – ¡Te lo daban de pequeño/a por una buena razón!
Sabemos que el hígado es el órgano de filtración y desintoxicación del cuerpo, por lo que mucha gente tiene la falsa impresión de que el propio órgano estará lleno de toxinas y no debe ser consumido. ¡En absoluto es así!
Mientras que el hígado completa su proceso, las toxinas se eliminan y no se almacenan en él.
Lo cierto es que es que el hígado de animales que comen al pasto (importante esto) son una fuente muy rica de vitaminas del complejo B, vitamina A y hierro – justamente son los nutrientes energizantes esenciales para nuestra salud.
3. Carne de vaca alimentada al pasto
– es rica en ácidos grasos omega 3 y CLA (linoléico conjugado) – ¡es grasa para quemar grasa!

Además, el 100% del ganado que es alimentado al pasto es en realidad más delgado que el que se alimenta con grano. Esto se traduce a que la grasa que contiene es grasa saludable, y la cantidad de grasa que contiene el animal tiende a ser mucho menor que el de los alimentados con granos o cereales. Incluso contiene muchas menos calorías que los alimentados con granos. ¡Es mejor para la vaca, y mucho mejor para nosotros!
Pero sin embarlo, los agricultores utilizan granos, maíz y soja para engordar al ganado en menor tiempo y que así sea menos costosa su producción. De nuevo el dinero, como siempre.
4. Manteca de cerdo
– rica en vitamina D y muy estable frente calor.

Es más, la manteca de cerdo es también una de las más ricas fuentes de vitamina D, un nutriente que es muy difícil de obtener de los alimentos (y sobretodo en climas que carecen de sol todo el año) Muchos médicos y nutricionistas ya comienzan a recomendarla para estos casos.
Su solidez a temperatura ambiente nos muestra visualmente que la manteca de cerdo es también rica en grasas saturadas. En este caso ocurre lo mismo que con el aceite de coco, cuando baja de cierta temperatura se dolidifica. (Maravillas de la química)
Se sigue con la creencia errónea que este tipo de grasas saturadas procedente de fuentes naturales tienen efectos negativos en nuestra salud.
Los animales bien alimentados (al pasto) y algunas plantas tropicales como el coco o la palma, han sido exonerados una y otra vez y lo cierto es que es un hecho que son mucho más saludables para nosotros que las grasas o aceites refinados, los cuales son altamente procesados.
A diferencia de las grasas saturadas de origen natural, estas grasas procesadas son ricas en grasas poliinsaturadas que son altamente susceptibles al calor, la luz y el aire. Con lo cual, cocinar con ellas es peor. Se debe cocinar con grasas saturadas. Son más estables y su nivel de oxidación es mucho más resistente.
Esto ya lo explico en mi libro de El coco – Un fruto ‘paleonutritivo’ donde encontrarás una amplia bibliografía con estudios al respecto.
Ahora, ¿ya tenéis algo más claro porqué estos alimentos no son perjudiciales?
Compleméntalos siempre con una dieta Paleo. Ten en cuenta que si en tu dieta estás introduciendo muchas más grasas o colesterol del que necesitas (por tu actividad física, condición etc) no obtendrás los beneficios esperados.
Equilibra tu ingesta de alimentos y come sanamente, con cabeza, sabiendo que el fin de la alimentación es mantenernos nutridos.
¡Buen Paleo a todos/as!