
Esta receta es para hacer un fondo de pescado, un caldo que emplearemos para añadir a otras recetas para dar un mejor sabor.
También podemos tomarlo así, claro está.
Lo bueno de este caldo es que una vez preparado se puede congelar para tenerlo siempre que lo necesitemos.
Incluso una forma sencilla es hacer bolsitas (las venden para congelar) y dejarlas por separado. Así las tendremos a mano y de forma más práctica.
| Raciones 3 ó 4 cavernícolas | Tiempo 60min |
Preparación
MUY IMPORTANTE
Lo que usemos para hacer el fondo de pescado tiene que estar bien limpio de sangre, vísceras, etc. En caso contrario podría enturbiar el caldo y producir además sabores poco agradables.
Limpia bien las verduras y pélalas, luego pícalas en dados del mismo tamaño, cuanto más pequeño se corte más transmitirá el sabor al caldo. Luego retiraremos las verduras y sus nutrientes se quedarán en el agua.
Pon una olla al fuego con un poco de aceite de coco, una cucharadita va bien. Caliéntalo y mantenlo a fuego medio-bajo mientras se pochan las verduras. Una vez que estén blandas, añade el pescado con los que vas a hacer el fondo y deja que se haga hasta que muestre el color del pescado cocinado.
Añade entonces el zumo de limón, las especias y agua hasta cubrir.
NOTA: Si pones demasiada agua puede quedar un fondo con poco sabor.
Mantén a fuego medio, que no hierva, si esto pasase podría salir un caldo turbio.
Cuece durante 20-30 minutos, no más, sin necesidad de tapar la olla y así podrás ir quitando con una cuchara la espuma y las impurezas que puedan subir a la superficie.
Retira el caldo del fuego y cuélalo, pásalo por un colador chino si ves que no queda limpio. Si siguen restos, vuelve a colar utilizando un paño de algodón o gasas.
¡Ya está listo!
Si lo vas a utilizar en unas horas o al día siguiente, ponlo en un recipiente con tapa hermética y cuando esté frío guárdalo en la nevera.
Notarás que al enfriarse tendrá la textura de gelatina. Esto es normal.
Antes de utilizar el caldo que has enfriado (lo puedes incluso congelar), retira la primera capa que ha podido estar en contacto con el aire y donde pueden quedar grasas y algún resto de impurezas. Al calentar el fondo de pescado volverá a estar líquido y le dará un sabor a tus platos delicioso. ¡Ñam ñam Paleo!
Buen provecho tribu.