
Es un caldo tradicional, pero sin añadirle patatas o tubérculos con almidón.
Debe estar una hora como mínimo al fuego, pero si tienes una olla rápida simplemente con 40min es suficiente.
Lo bueno es que también puede congelarse y tener disponible para cuando sea necesario.
Un caldo bien caliente de pollo a la hora de cenar, y ya si ha sido después de un entrenamiento, ¡sienta genial!
Puede ser un buen primer plato.
| Raciones 3 litros | Tiempo +60min |
Preparación
Usa una cazuela grande, donde quepan bien todos los ingredientes. Mete dentro el pollo entero, limpio y lavado, para quitar posibles restos de sangre.
Cubre todo con 4 litros de agua (o lo suficiente para que cubra bien el pollo y llevar a ebullición sin que se salga nada).
Ve añadiendo a la olla las verduras, peladas y troceadas. No desaproveches la parte verde del puerro, ni las hojas del apio, ponlo todo. Adereza con la pimienta y el perejil. Si quieres puedes añadir un poco de tomillo fresco.
Deja que se cueza a fuego lento durante una hora y media como mínimo, hasta que quede un caldo sustancioso.
Tienes que ir quitando la superficie de espuma que se va formando, para que el caldo quede claro. Te puedes ayudar de un cucharón por ejemplo.
Pero si eres de los mios y tienes prisa, puedes usar una olla express. Déjalo unos 40 minutos a presión y listo.
Puedes ponerle otras verduras que te gusten, o para darle un toque más sabroso, añadirle un hueso de jamón por ejemplo.
Cuélalo con un colador fino o chino. Puedes reservar el pollo para comerlo con las verduras del mismo caldo.
¡Buen provecho!