
Este es otro caldo que va muy bien, tanto para fondo de otros platos como para tomarlo en una taza calentito en pleno invierno.
Es una receta muy sencilla de elaborar y los ingredientes frescos le dan un sabor muy agradable.
En esta receta también puedes variar los ingredientes como más te gusten, pero esta combinación suele resultar muy buena.
Con el tomate añadido me encanta, le da el doble de sabor en mi opinión, y el apio termina de rematar.
| Raciones Las que quieras | Tiempo 40min |
Preparación
Cortamos y limpiamos todas las verduras menos el laurel, el cilantro y el tomillo.
Rehogamos la cebolla y el puerro en una olla (yo lo hago en la misma donde pienso hacer el caldo) hasta que veas que ya están blandos.
Ahora añadimos las demás verduras y seguimos rehogamos unos 5 minutos más.
Pasados estos minutos le añadimos el agua. Puedes poner entre 1 y 2,5 litros. Le agregamos el cilantro, laurel y tomillo.
Dejamos que hierva y cuando ya esté en ebullición bajamos el fuego, a fuego lento y lo dejamos cocer unos 20 minutos.
Luego colamos el caldo y lo podemos guardar en la nevera o congelarlo.
Dando color
Si te gusta el caldo con un tono más anaranjado, puedes añadir unas pocas ramitas de azafrán natural para subirle un tono y el sabor, o en su defecto una pizca de pimentón, justo al final de la cocción.
Con el resto de verduras sobrantes yo acostumbro a meterlas en la batidora y hacer una crema con ellas, que también puedes congelar. Aunque puedes servirlas tal cual, como acompañamiento en otros platos con carne o pescado. Si le añades un chorrito de aceite de oliva virgen extra por encima, es una delicia.
¡Buen provecho!