
Hoy es el Día Mundial del Niño, y me gustaría dedicar el post a comentar un poco algo que preocupa a mucha gente respecto a esas pequeñas personillas que corretean muchas veces entre nuestras piernas.
Leyendo esta mañana la prensa, dedicaban un artículo referente a la actividad física en los niños.
Afirmaban que realmente no es la dieta lo que les está haciendo engordar (recordemos que según Sanidad, el 13,9% de los españoles entre 2 y 24 años es obeso), sino que las clases de educación física no son suficientes o más bien poco eficientes ya que cada vez son más teóricas que prácticas. (Yo particularmente no estoy de acuerdo en ello. Creo que son las 2 cosas… necesitan menos azúcar, menos hidratos y más calidad en su alimentación, además de más actividad física, más juegos e interacción social)
También esta noticia comentaba que la mayoría de los niños afirma estár cansado y agotado aunque sólo estén al 70% de su capacidad.
Los juegos parece que ya no son como antes. Los niños ya no juegan activamente en el recreo escolar, y las largas horas de clase luego no dejan tiempo al niño para muchas actividades físicas.
Desde pequeños ya nos enseñan cómo es eso de no tener tiempo para nada…
Pero considero que todo esto son excusas y que realmente es tarea de los padres fomentar en el niño la actividad física (entre otras cosas).
Los padres siempre son modelo para los hijos, y si tú permaneces en el sofá, el pequeño hará lo mismo.
Sin embargo si los fines de semana se organizan salidas en bici con los chicos, o llevarlos a jugar al parque a que corran, salir a tirar la cometa, jugar al escondite, etc. seguramente empezarás a crear un hábito sano en ellos. Puede que al principio cueste, pero todo es hacerse con una rutina.
Entre semana posiblemente poco se pueda hacer si sois padres trabajadores, pero sí que podríais animar a vuestros hijos a alguna actividad extra-escolar deportiva. Ir cambiando de deporte también es bueno para el sistema motorio del pequeño. Adquirir nuevos mapas de movimiento y fomentar el sentido de equipo son algo óptimo para el desarrollo de una persona.
Un par de veces a la semana hacer deporte extra también ayuda a despejar del estrés de los estudios y es que desde la antigüedad ya se sabía: ‘Mens sana in corpore sano‘.
Los niños siempre están cargados de energía, no debemos dejarnos llevar por todos los comentarios negativos referentes al poco tiempo que se tiene, al estrés que les generan en la escuela, o al cansancio acumulado que los niños puedan tener.
Lo mejor, como todo en la vida, es afrontarlo con positivismo.
Mejorar su alimentación, no permitir que ingieran tanto azúcar innecesario, que su descanso sea de calidad (sin luces que molesten por la noche, sin ruidos que le desvelen) y una dieta paleo para ellos también hará que estén menos inquietos, más estables, sanos y caracteristicamente activos, como tienen que ser los niños.
Si el problema es el comedor del cole, siempre puedes comentarles que no quieres que tu hijo coma determinado tipo de alimentos.
Conozco padres que lo han hecho sin problemas.
Las cifras de obesidad infantil son cada vez más alarmantes, está claro que hay que hacer algo por los pequeños. Ellos no saben, solamente se rigen por sus papilas gustativas y está en mano de sus padres o tutores el enseñarle el sabor real de los alimentos, valorar más su nutrición y fomentar más con juegos la actividad física. Hacerlo algo divertido siempre ayuda, y sobretodo no mostrarlo como una obligación implantada.
Ya están acostumbrados al sabor del kétchup, las patatas fritas con sal, la bollería industrial y no son capaces de saborear un tomate crudo, brócoli, o boniato… alimentos tan sanos y nutritivos que ya les sabe a algo insípido. Hay que educar su paladar y los sentidos en lo natural.
De vez en cuando está bien recordar cuando éramos niños. Seguramente tus recuerdos más alegres eran con tus amigos, jugando en el parque, o con tu equipo de deporte. ¿Por qué dejar que los niños tengan sus buenos recuerdos solamente de los videojuegos o los dispositivos móviles?
Sal con ellos, múevete con ellos, lee con ellos. ¡Cocina con ellos!
Es una buena forma de fomentar los lazos familiares, educarles mientras se divierten y pasan un buen rato con los peques.
¡Formemos personas sanas, activas (física e intelectualmente) y proactivas!