
Antes de comenzar con este post, quería pedir disculpas abiertamente a aquellas personas con las que aún tengo algo pendiente; Perdón por los mails que aún no he podido responder, perdón por todos esos mensajes en el Facebook que no he tenido tiempo de contestar. Iré atendiéndoos como merecéis.
Esta temporada no ha sido una de las mejores, digámoslo así…, y lo cierto es que he tenido que volcarme en otros asuntos.
A veces la vida nos pone obstáculos muy dificiles de salvar y cuando se trata de unos retos tan fuertes necesitas concentrar toda tu fuerza en un solo foco.
Y eso es lo que he estado haciendo… y es lo que sigo haciendo.
Entre otras cosas, también he tenido que dejar aparcada mi iniciación en la preparación para powerlifting, prácticamente mis entrenamientos ahora son de risa, y justamente cuando más fuerte necesito sentirme es cuando menos tiempo tengo para ello. Así que estoy retomando poco a poco las riendas. Mejorando el prisma de la situación, que de eso se trata.
Todos en algún momento de nuestra vida nos hemos sentido impotentes ante una situación, pero no hay que preguntarse cuándo va a acabar, o por qué te está sucediendo esto.
Como bien decía Gorgo, «no hay que preguntar cuántos son tus enemigos, sino donde están».
Nada es en vano. Ahora no es tiempo para quejarse, sino para ponerse en pie, escuchar y cumplir con las tareas.
Aceptar que realmente hay cosas que son irremediables por mucho que lo intentes cambiar, y que hay batallas que vas a perder aunque te niegues a reconocerlo. Pero todo ello es válido para estimular el espíritu, el caracter y plantar cara al presente con criterio realista.
Así como pido disculpas, también quiero agradecer a los que están a mi lado. A los que me animan y me dan ese soporte tan necesario. Mi pareja, mis amigos leales…
Al fin y al cabo, este no deja de ser un blog que escribe una sola persona.
Simplemente quiero que sepáis que no he desaparecido, y que seguirá habiendo PaleoSystem.
Siento mucha impotencia, rabia, y otros sentimientos negativos por el daño que nos están haciendo a todos con nuestra alimentación. Tantas mentiras a cambio de más dinero para multinacionales.
Nuestra moneda de pago es la salud, y ahora más que nunca he aprendido que solo tenemos un cuerpo, que debemos cuidarlo para tener una vida digna. No somos libres, auque nos lo intenten hacer ver y tener un ejemplo tan cercano de ello me ha hecho tomar un parón necesario.
Gracias por vuestra paciencia, comprensión y por vuestros mensajes que, reitero, iré respondiendo a todos y cada uno de ellos.
Sin más, un fuerte abrazo.
Y cuidáos.
En dos palabras puedo resumir cuanto he aprendido acerca de la vida: Sigue adelante.
– Robert Lee Frost (1874-1963) Poeta estadounidense.