
¡Muy buenas a todos/as! ¿Qué tal estáis llevando la semana?
La mía está siendo bastante heavy, pero nada que no se pueda solventar… Nueva rutina de entrenamiento, madrugones intermitentes y muchas horas de trabajo así que hay que saber capear los temporales cuando se vienen encima.
Me gusta en el poco rato que me queda libre investigar, leer e informarme siempre de cosas nuevas, de artículos o maneras de hacer que no conocía y ya hace muchíiisimo tiempo que vengo leyendo sobre el tema del champú. Bastante…
Veo que está como de «moda» ya en España también el generarte tu propio producto para lavar el pelo con ingredientes naturales (coco, huevo, miel, vinagre de manzana, aceite de oliva, etc…) que como mínimo te dan ganas de comértelo más que de echártelo en la cabeza.
Hay muchos tipos de piel, desde la seca hasta la más grasa, y no todos los elementos naturales nos van bien a todo el mundo en ese sentido. Hay que tener en cuenta cuál es tu tipo de cuero cabelludo para prepararte tu mezcla para que finalmente tu pelo quede limpio y sano.
Cuando empleas champús de este tipo, tu piel necesita unas semanas de adaptación (no podría decirte exactamente cuántas, ya que depende mucho de cada persona) hasta que finalmente se consigue estabilizar el cuero cabelludo.
¿Qué es eso de «No poo»?
Pues es el movimiento del que os hablo: el lavarse el pelo sin champú. (Podéis ver más aquí en la Wikipedia – está en inglés)
Lavarse la cabeza con los productos que encontramos en el super es algo dañino tanto para el pelo como para la piel de la cabeza. Ten en cuenta que los champús que comercializan, la gran mayoría, son detergentes así que sería equiparable a enjabonarte con Fairy, Mistol o marca el pato para lavaplatos… ¿A que no os gusta mucho esta idea? Por mucho «Aloe Vera» que digan que les ponen para no dañar tus manos, no se nos ocurriría echarnos eso en el pelo ni a tiros.
El caso es que parece que vivimos en una era en la que todo puede estar “infectado” con químicos perjudiciales para nuestra salud. Es por esto que la paleo o movimientos naturales como el mercado de alimentos orgánicos está teniendo un boom en esta época. ¡Y no es para menos!
Pero la industria de la cosmética e higiene no se ha quedado atrás en esto, se ha formado todo un movimiento denominado «No poo» o «No champú» en el que los productos empleados son orgánicos, sin químicos y te los haces tú en casita.
Cuando he hablado de esto con amigos que están dentro de la paleo siempre surgen dudas parecidas, del tipo «– Pero… ¿y cómo te lo lavas? qué haces, ¿te pones un huevo por el pelo y luego le pasas agua?» (risas, comentarios varios que van subiendo cada vez más en la escala del disparate… y más risas…)
La cosa es que este movimiento insta a sus seguidores a no usar ningún tipo de champú, sino a sólo utilizar agua, bicarbonato y vinagre de manzana, básicamente (luego hay otras recetas con ingredientes añadidos, para «tunear» más el producto).
Quienes lo promueven afirman que el cabello luce al final más brillante pero lo que es más importante aún, no te estás exponiendo a ninguna fuente tóxica. Lo que ocurre es que esto lleva una fase de transición (sí, como lo de empezar a correr descalzo) y quienes quieran pasarse al No poo tienen que armarse de paciencia. Tu pelo y cuero cabelludo se tiene que acostumbrar a esta rutina y lo común es que durante las primeras lavadas tu pelo quede grasiento, pero tras varias semanas se verá más limpio.
El tema que más me escama es referente a la balanza esa sobre los beneficios o riesgos del método.
Siempre digo que hay que mirar lo que nos hace bien, lo que no interfiere en nuestra buena salud o no es dañino con nuestro entorno, y en este caso he leído que algunos dermatólogos que hablan sobre el movimiento No poo afirman y aseguran que es imposible eliminar la suciedad del pelo usando agua solamente. Por ello se le añade bicarbonato para que se pueda limpiar el pelo, pero el bicarbonato tiene un pH más alcalino que el del cuero cabelludo y esto puede causar irritaciones, e incluso decoloramiento del pelo si lo empleas demasiado.
Como digo, solo lo he leído, no sé si realmente es algo de lo que hay que fiarse al 100%. También pienso que el flúor, la cal y el cloro que tiene el agua con la que nos lavamos el pelo en la gran mayoría de hogares también influye bastante en la salud de nuestra piel en general…
Champús típicos del súper…
La gran mayoría de los champús comerciales contienen siliconas y/u otros químicos artificiales. Esto lo sabemos… Pero lo que a lo mejor muchos desconocen es que estos químicos no te ayudan a mantener el pelo limpio precisamente.
Esos champús que nos gustan tanto, con su espumita de tan buen olor lo único que hacen es dar una falsa sensación de brillo en el pelo y una suavidad a la que a lo mejor se está demasiado acostumbrado. La traducción de esto es que se nos ensucia y se nos engrasa antes…
Yo NO me hago el champú casero
Después de todo este parrafote referente al movimiento No poo o No champú, os digo abiertamente que YO NO ME FABRICO MI PRODUCTO PARA LIMPIARME EL PELO. YO ME LO COMPRO.
Lo digo claramente. ¿Por qué no? pues porque no quiero gastar tiempo en ello, básicamente… No me apetece absolutamente nada ponerme a mezclar vinagre con agua y mirar las partes que lleva cada uno… comprar un frasco para tenerlo en la bañera (que tiene que ser de cristal sí o sí ya que el bicarbonato no puede contenerse en plástico) y la idea de tener un frasco de cristal en la ducha no me hace mucha ilusión. No sé vosotros, pero cuando me meto en la ducha acabo con los ojos cerrados fuertemente y palpando por toda la superficie para agarrar el jabón. Podría acabar en tragedia seguro.
Y el segundo motivo es que tengo una piel muy sensible, un pelo graso y pocas ganas de experimentar transiciones con el cuero cabelludo. Me ha llegado a convencer que el bicarbonato tiene un pH más ácido que mi piel en la cabeza y viendo cómo reacciono frente a estas cosas con la piel, prefiero no arriesgarme. Ya sé que muchos me dirán que tengo que aguantar unas semanas, que luego irá a mejor etc. No me vais a convencer.
He encontrado mi producto perfecto. De verdad. ¡Es la leche!… perdón… ¡la pera!
Con la agenda que tengo (entrenamientos, estudiar, trabajar, etc, etc) es muy cómodo y sencillo meterlo en la cesta de la compra, ponerlo en la ducha y ¡listo para usar! Eso sí, no cuesta lo mismo… Es más caro pero ¡también he de decir que dura más! Mucho más.
Qué champú utilizo
Lo descubrí un día que fui a Carrefour a hacer la compra, y pasé por el pasillo de higiene. Lo vi de refilón y dije: ¡¡Uep!! ¿qué es esto?
Este fue el primer champú que me compré de esta marca. Me compré la versión fortificante para probar… (hay más variedades) Fue una sensación bastante rara pasarse por la cabeza una pastilla de jabón, y pensé que tendría que darme unas cuantas pasadas más, pero nada de eso. Solo hay que frotar un poco por el pelo y masajear luego. Aclarar y listo.
Te recomiendan ponerte luego como acondicionador vinagre de manzana.
El resultado fue un pelo realmente mucho más duro. Tanto que no lo quise usar a diario, así que probé con otro. Esta vez líquido.
Llevo un par de semanas empleando este champú. Elegí esta modalidad (hay otras) porque realmente soy un desastre para esto de cuidarme el cabello. La cosmética no es lo mío… soy poco mañosa para estas cosas y cada vez que me cepillo el pelo incluso me echan la bronca por hacerlo de forma tan brusca. Esperaba enmendar esto probando el champú.
Y la verdad es que sí que funciona. Aquí abajo podéis verme haciendo un poco el tonto pero quería que vierais que realmente se puede emplear champú que puedes comprar en herbolarios o en el mismo Carrefour sin que contengan químicos. Herbal es una marca que recomiendo al 100%. Está hecho a base de frutas y sin silicona. Además, ya no tengo problemas para desenredarlo (antes sí, y mucho).
Me noto el cabello más fuerte, más sano. Está limpio por mucho más tiempo (antes tenía que lavarlo un día sí y otro no, ahora no es necesario, puede aguantar 3 días y se ve perfectamente limpio) ¡pesa menos! es más ligero y en resumen: No tiene químicos y mi cuero cabelludo está perfecto.
Aviso, para aquellos que estén acostumbrados a los champús de siempre, no esperéis un pelaco brillante. El aroma del champú es natural y concretamente el que viene en formato de pastilla tiene un olor más bien raruno al aplicarlo, pero luego el cabello no se queda con ningún perfume. Cosa que yo particularmente agradezco bastante, odio los olores sintéticos que se les añade a los geles.
Así que si os ocurre como a mi, que no tenéis muchas ganas de poneros a elaborar vuestro producto (además me parece un engorro llevar al gimnasio estos frascos de los productos que nos hacemos) o que no tenéis tiempo para prepararlo, os comento que el precio varía entre los 3,99 y los 5,99 euros.
En resumen. Me quedo con el champú de Herbal, líquido. Es algo más caro pero dura mucho y estás invirtiendo en tu salud, sin agregar productos químicos.
De todas formas, si no os agrada la idea de comprarlo y queréis uniros al movimiento No poo en toda regla, aquí tenéis:
2 recetas básicas para elaborar vuestros champús naturales.
Champú casero con bicarbonato, vinagre y aceite
Ojo, este champú ¡no hace espuma!
| Raciones Cantidades para un par de semanas de uso | Tiempo 15min |
Preparación
Mezcla el bicarbonato con el agua y añade aceite esencial (el que tú quieras) de forma opcional.
Este es en sí el champú casero.
En otro recipiente, mezcla el vinagre y el aceite de oliva o de almendras.
Aplica la primera mezcla (la del bicarbonato) en el cuero cabelludo y masajea suavemente. Deja que el producto se deslice por medios y puntas sin frotar.
Aclárate con la 2ª mezcla (la del vinagre), que servirá de acondicionador para el pelo.
Y no te preocupes por el vinagre de manzana, ¡no huele!
Champú con huevo, yogur y limón
Intenta que los ingredientes sean lo más naturales posible, así que emplea un buen yogur.
| Raciones Cantidades para un par de semanas de uso | Tiempo 15min |
Preparación
Mezcla el huevo con el yogur. Este en es sí el champú casero.
Aplica la mezcla sobre el cuero cabelludo durante 10 minutos. Aclárate el pelo añadiendo el zumo al agua del último aclarado para aprovechar sus propiedades astringentes (muy útiles para cabellos muy grasos y finos).
¡Buena higiene tribu!